¿A qué nos referimos cuando decimos “reputación online”? ¿Por qué es importante su gestión? ¿Existen trucos que nos permitan optimizar nuestra presencia 2.0? ¿Cómo pueden planificar su estrategia digital el sector farmacéutico y más concretamente los laboratorios? Esta jornada analizó las claves de la gestión de nuestra identidad 2.0, ofreciendo pistas y recursos para mantener una reputación digital sólida y repasarando los retos que la industria farmacéutica afronta en este entorno. Ponentes: Rodrigo Miranda, director general del ISDI, general manager de internetAcademi; Beatriz Lozano, directora de Comunicación de Farmaindustria.
El entorno digital supone una clara oportunidad de acción, presencia e influencia para la industria farmacéutica. Pese a ello, las compañías del sector actúan con precaución; son pocas las que tienen perfiles en canales sociales y menos aun las que mantienen una actividad online frecuente. Las limitaciones legales y los miedos derivados de la ausencia de una normativa general sobre qué se puede o no hacer marcan actualmente la pauta de la identidad 2.0 del entorno de las farmas. En esta idea confluyeron ayer parte de los contenidos de la jornada.
En palabras de Beatriz Lozano, directora de Comunicación de Farmaindustria, “avanzamos, hablamos de otros e interactuamos, mientras de momento callamos sobre nosotros. En el caso de Farmaindustria, hace un par de años entendimos que era necesario avanzar en el uso de estas nuevas herramientas de comunicación y empezamos a abrirnos paso en el camino digital, fieles a la idea de que todo lo que para el sector está prohibido offline lo está también online. Buscamos, pues, coherencia en nuestra identidad en materia de comunicación, sea digital o tradicional”. Actualmente, la patronal española cuenta con más seguidores y actividad online que otras patronales internacionales. El sector está muy regulado y sufre serias limitaciones en materia de comunicación, por la particularidad de su actividad. Según Lozano, “los retos digitales no difieren mucho a los retos tradicionales a los que se viene enfrentando la industria farmacéutica. En cualquier caso, a pesar de las limitaciones regulatorias y de las prevenciones de las compañías, hay muchas posibilidades de hacer cosas rentables para el sector en términos de reputación e imagen pública”. Aunque hay empresas pioneras, con mucho recorrido ya andado en el ámbito digital, la actividad de la industria en el entorno 2.0 es muy variada.
Durante el evento se destacaron algunos de los retos de la industria farmacéutica ante el entorno digital: reformular contenidos, interaccionar eficazmente, no caer en la promoción e integrar a los empleados en la identidad 2.0 de las compañías.
El encuentro dedicó gran parte de su contenido analizando el concepto y la visión estratégica de toda identidad digital. En el entorno sanitario, la actividad 2.0 ofrece múltiples posibilidades y debe atender a una estrategia dual, con la que se busca tener influencia sobre targets profesionales específicos y sensibilizar a la población general y a los colectivos de pacientes. Rodrigo Miranda, director de Internet Academi, explicó que “esa estrategia dual implica el desarrollo de contenido específico e híper-segmentado, según la especialización concreta y la necesidad, todo ello de acuerdo con la regulación de las leyes en vigor. No hay que olvidar que, al igual que sucede fuera del 2.0, estamos ante un sector tremendamente regulado”.
Desarrollar y mantener la reputación online de una marca personal o empresarial requiere trabajar de forma proactiva e intencionada, con un objetivo concreto y una estrategia a largo plazo. Sólo así es posible lograr una imagen positiva y continuada en el entorno. El entorno 2.0 se ha convertido en un escaparate en el que cualquier individuo -como particular o como profesional- y cualquier entidad o empresa, pueden comunicarse con millones de personas. Según Rodrigo Miranda, “todo el mundo tiene una identidad digital, pero sólo un 20% de los ciudadanos controla, decide y maneja la suya de forma consciente y de acuerdo a los parámetros en que quiere construir su imagen. La marca personal es un concepto clave dentro de la definición de cualquier profesional en esta era y comprende el ejercicio de trasladar los atributos personales y profesionales habituales a un código de etiqueta y un entorno de comportamiento diferentes, que vienen definidos por los canales sociales. Este concepto comprende dos ámbitos, el propio de la identidad (lo que yo digo de mi) y otro de reputación (lo que los demás dicen de mi)”.Tal y como este experto manifestó en la jornada mientras invitaba a los asistentes de forma práctica a participar en la reflexión sobre la identidad digital, la clave para una buena gestión pasa por “establecer una intención declarada en cuanto al perfil, que debe ser portable, así como por decidir qué composición profesional o personal debe tener y qué se deja dentro del ámbito de la intimidad. Es importante medir casi constantemente el impacto de nuestra presencia en los buscadores y aprender a usar las herramientas de optimización de tiempo para gestionar canales”.